El mercado tradicional de España


    Hay un mercado tradicional al que puedo ir a pie en unos 15 o 20 minutos. No está muy lejos, pero tampoco está cerca como para ir con frecuencia. Por mi parte, si tuviera uno como este al lado de mi casa, iría todos los días. He oído que los vecinos de los barrios colindantes al mercado van allí una o dos veces a la semana. De hecho, mis vecinos del edificio me cuentan que también van una vez a la semana para la compra de toda la semana.

   Hay una carnicería que tiene unos cuatro o cinco carniceros que atienden a los clientes. Delante de la carnicería siempre hay gente que esperan con el número del orden de la espera en la mano. El precio de carne es dos veces más barato que el de cualquier supermercado del barrio. Y además hace una oferta de que si compra dos kilos todavía baja el precio a kilo.

   Al lado de la carnicería hay una pescadería que también siempre hacen cola, pero ésta no tiene los números del orden, por lo que hay que preguntar a la gente quién da la vez. Y por supuesto que si viene alguien detrás de ti preguntándola, le contesta que eres quien le da la vez. Cuando yo era recién llegada a España, fui un mercado y pedí la vez y luego la di a una señora, pero, se me perdió quién me dio la vez. Por mi culpa, empezó una discusión que si se colaba o no entre dos mujeres, una de ellas fue a quién le di la vez. Desde entonces, me fijo la cara de quién me dé la vez, y además de fijar la ropa que lleva e incluso intento estar cerca cuando pido la vez, aunque no he tenido problema alguna desde entonces, pero sí lo hago por si acaso. Me encanta el mercado tradicional.

Escrito 21 de agosto de 2011.

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