¡Hola! ¡Cuánto tiempo sin habermos comunicado! ¿Cómo estás?
He estado en Japón hasta hace poco. En estos vuelos de ida y vuelta pasé por Milán y Roma respectivamente. Entre Italia y Japón hay una distacia de unos 9,900km. No estoy segura a qué altura estuvimos volando, pero volábamos en promedio a 900 km por hora.(Mientras volaba, miraba de vez en cuando a ver cómo íbamos en nuestro avión encima del continente con la información técnica del vuelo).
El calor estival de Tokio era tan severo que por poco me enfermaba, pero estoy bien. El día que fui al parque Ueno, subió la temperatura hasta 40º C, lo que me asusutó. Pensé que las vacaciones de verano en España son larguísimas por las altas temperaturas, pero el calor en Japón es más severo que en España. Cada vez que volvía a Japón, engordaba unos 10 kilos, sin embargo en este viaje adelgacé unos kilos. Pensé traer unos libros sobre redacción de Tanizaki y Mishima, pero por primera vez no pisé el suelo de una librería japonesa. No obstante, tenía un libro de escritura escrito por Inoue Hisashi en mi estantería, así que lo traje.
Siempre pienso lo mismo: que charlar es un placer. Es unos momentos de gusto por compartirnos las ideas comunes entre las conversaciones en cualquier tema.
Desde ya hace algún tiempo he perdido la costumbre de escribir cartas. Pero pensé recuperárla, porque supe que había casos en que no llegaba mi correo electrónico, y yo tampoco recibí el suyo.
Me voy de vacaciones para pasarlas en un pueblo.
Cuídate mucho.
¡Hasta pronto!!
Reescrito en español el 4 de marzo de 2013
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