Hecho a mano 



Lunes, 23 de octubre de 2006

Me gusta mucho el Nabeyakiudon (el fideo gordo con muchos ingredientes). Intento hacer el fideo gordo en casa, aunque se venden en las tiendas de alimentaciones de China, Corea y Japón.


Cuando era una alumna de primaria, fui con mi familia al edificio Kasumigaseki. Era el edificio más alto de Tokio en esa época, había un restaurante del fideo, que hacía un demostración artesanal de hacer el fideo. El hombre con la bata blanca y el gorro blanco, echó harina a la masa en forma y tamaño de anaconda, y cogió los dos lados extremos, empezó dar las vueltas y en seguida se multiplicaban los números de los fideos y disminuían los grosores de la masa. Y cuando el hombre dejó de mover sus manos ya estaban los fideos hechos. Pensé que el hombre usaba la mágia (como el Melquíades con un lingote de imán en las casas de Macondo). Me acuerdo de que luego comimos los sabrosos fideos del ''mago''que tenían una textura de la combinación sutil entre dureza y elasticidad.

   No me atrevo a hacer sus técnica mágica, pero por lo menos amaso con mucho alma.


   La cocina se parece mucho a la pintura en las preparaciones de soportes y pintar. La cocina es de la experiencia e intuición. Ahora después de muchas prácticas y fracasos ya puedo preparar una tortilla de patatas con buena hinchazon y el cocido madrileño en el que los garbanzos están tiernos. Todavía no puedo preparar el fideo pero sí puedo hacer una fiesta de gyoza con la pasta hecha a mano.

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