Traducción // Una huerta compartida entre una ratona y un armiño


      Érase una vez una ratón y un armiño que eran amigos.
Dijo el armiño,
---Oye, ratoncita, ratoncita, levantemos el terreno libre de la orilla del río, sembramos las semillas de la moha y cuando cosechemos las comeremos.
---Me parece bien.
     Levantaron la tierra quitaron miles de piedras y sembrarón.
     Cuando el tallo llegó a crecer bastante, armiño dijo.
---ratoncita, ratoncita, ¿vamos a la huerta a quitar las malas hierbas?
---Pues...estoy pachucha por coger frío...
---Ah, ¡qué pena! No te preocupes las quitaré solo.
     Después de pasar un tiempo,
---ratoncita, ratoncita, ¿vamos a ir a la huerta a echar abono?
     Y el armiño volvió a decir excusas para evitar trabajar. El armiño estaba harto de convencerle, asi fue solo a cuidar la huerta.
---Ratoncita, ratoncita, ya la moha tiene buena pinta y a punto para la cosecha. ¿vamos mañana?
---¿Mañana...? Me dices de repente que tengo quehacer..., pues, vamos mañana.
     A la mañana siguiente cuando el armiño fue a la huerta muy temprano, no había ni un tallo de moha, de los que hasta el día anterior había visto la huerta. ¿Qué es esto? ¿En solo una noche desaparecieron todas las mohas? ¿Quién ha sido? ¿qué le digo a ratoncita? Todo eran preguntas.
      El armiño estaba desesperado. Vino un cuervo cantando --gaga, gaga---. El armiño necesitaba a preguntar a cualquiera. Preguntó cantando,
---¡Hey,don cuervo! sembré la moha a la orilla del río Echizen, ¡Oh, ♪♪gits,gits,¿sabías? gits, gits,♪♪Oh, ¿no sabías?♪♪
     El cuervo le contestó ---no lo sabía--- y se fue.
     Y esrperaba a quién daba la pregunta. Vino un milano negro cantando,
♪♪piiihyorooroo♪♪ Y el armiño gritó al cielo,
¡Hoooooolaaa, milanoo, milanooo, sembré la moha al orilla del río, gits, gits ¡Oh ¿sabías? gits, gits ¡Oh ¿no sabías?
---No lo sabía. Dijo y se fue.
---¿Qué voy a hacer? ¿a quién le pregunto? Pensaba cómo podía explicar a la ratoncita lo que ocurrido. Llegó a casa de ratoncita y lo contó todo lo que había pasado en la huerta.
---¿Quién podía hacer tal gamberrada? Cuando estaba hablando, el hijo de la ratoncita se acercó y dijo,
---Mami, quiero más la moha de anoche.
     La ratona hizo un señal, vi y se dió la cuenta el armiño, que se quedó con todo. Fue al almacén que estaba detrás de su casa. Estaba las mohas amontonadas hasta el techo.
Por bondadoso que fuere el armiño, se enfadó mucho y le quitó los dientes de la ratona. Sin embargo, como el armiño es bondadoso la perdonó y le dejó sólo dos dientes para que pueda comer. Desde entonces, al ratón le quedaron dos dientes.
♪♪Do-bin♪♪

Fin

Cuento de Yamagata.

Traducido el 7 de septiembre de 2012.

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