Traducción // La torre de Londres de Natsume Soseki


La torre de Londres de Natsume Soseki (1867-1916)


     El texto original es ''La Torre de Londres'' de Natsume Soseki, fue uno de los escritores más conocidos y queridos entre los lectores japoneses y es considerado un maestro de arte de escribir. En 1900 fue a Londres para estudiar la literatura inglesa con una beca del gobierno japonés. La estancia duró dos años, aunque el ministerio lo mandaba más años. Se dice que no le convenía la vida londinense, que enfermaba.
     Quizá cada uno tenga un lugar adecuado para vivir y en el caso de Soseki, Londres no era.
.........................................
''La torre de Londres''(1905)

     Cuando estuve en Londres, durante dos años con el motivo de estudios, sólo una vez visité la torre de Londres. Más tarde, un día pensé a visitarla de nuevo, pero lo dejé. Me invitaron a visitarla, pero lo rechacé. Me temía que si la segunda vez estropeara el recuerdo que había tenido de la primera visita y sería lo más lamentable quitármelo de la cabeza en una tercera vez. Creo que la visita a la Torre será mejor sólo una vez.

    Cuando fui a la Torre, era recién llegado a la ciudad. En aquel momento, no sabía a donde iba y, por supuesto, ni conocía la geografía urbana. Me sentí como si fuera un conejo de Gotenba arrojado en el medio del puente de Nihonbashi. Si salía de casa, me sentía arrastrado por la muchedumbre, si volvía a casa, dudaba que si el tren se atravesaría por mi habitación, día y noche no podía estar tranquilo. Pensé que si estuviera en estos ruidos y muchedumbre durante dos años, al final, mis tejidos de los nervios se habrían convertidos como si fueran algas blandísimas pegadas en el fondo de una caserola, por lo que, a veces, reconocí la ''Teoría de degeneración'' de Max Nordau tenía razón.

    Además yo no tenía previamente un hogar que me recibiera, a diferencia de los otros japoneses becarios que tenían una carta de presentaciones para quienes les cuidarían, y por supuesto que no tenía conocido alguno en la ciudad, por lo que todos los días tenía que salir guiado por un plano en la mano con mucho miedo para visitar y que hacer por la ciudad. Por supuesto, no cogía el tren, tampoco podía coger el carro de caballos, porque si cogiera un medio de transporte ocasional, no habría sabido a donde me hubiera llevado. No me servían los trenes de carbón, los carros, trenes electrónicos y otros trenes que se cubrían y funcionaban idas y vueltas en toda la ciudad metrópoli Londres. Así que no hay remedio, cada vez que salía a la calle, en una esquina abría el plano para decidir a la dirección en medio de transeúntes que me chocaban. Si no podía saber la dirección con el plano, preguntaba a una transeúnte, si no había respuestas, buscaba un policía, en caso de que el policía no sabía contestarme, otra vez preguntaba una persona, llamaba y paraba una u otra vez a las transeúntes hasta encontrar una persona que me contestaba. Y al final encontraba al lugar a donde quería llegar.


(Continuará)

No hay comentarios:

Publicar un comentario